La Discapacidad Motriz afecta a las posibilidades de movimiento y desplazamiento de los niños y niñas, por lo que la accesibilidad y habilitación de medios representan las principales necesidades a las que se enfrentan.
Es por esta situación que la familia, las instituciones educativas y las instancias gubernamentales tenemos la responsabilidad de condicionar los espacios, vías de tránsito, mobiliario y apoyos específicos para el adecuado uso y acceso de los bienes y servicios que le permitan satisfacer sus necesidades básicas, educativas, sociales y emocionales. También necesitan distintos apoyos y recursos que faciliten su autonomía y favorezcan su comunicación, participación y logro educativo.
Eliminación de barreras.
Acceder al centro educativo, entrar con facilidad, poder circular y maniobrar por los patios, el comedor, la biblioteca, contar con aulas sin barreras, en planta baja o en plantas superiores con elevador o ascensor; disponer de un aseo adaptado y accesible, que pueda ser utilizado por el alumnado en silla de ruedas, son requisitos básicos que nos irán configurando una escuela para todos.
Las modificaciones más usuales serán:
Supresión de los escalones de entradas y accesos, instalando pequeñas rampas de pendiente suave, que favorezcan que el alumnado pueda acceder autónoma mente.
Colocación de pasamanos y barandillas en las rampas o en determinados espacios donde sean necesarios.
Ampliación de la anchura de las puertas si son menores de 80 cm.
Ubicación en la planta baja de aulas de fácil acceso e instalación de alguna ayuda técnica o ascensor para subir a plantas superiores.
Adaptación de un aseo (asideros, adaptación del inodoro, lavabo sin pedestal, grifo monomando, camilla para cambios y sondajes, etc.)
Habilitación del entorno:
Adecuación de pupitres y espacios de paso dentro de las aulas para facilitar el desplazamiento.
Mobiliario adaptado y asientos adecuados para la prevención de problemas osteoarticulares, de úlceras por presión, etc.
Ayudas técnicas para cambios posturales (cuñas, estabilizadores, colchonetas, etc.).
Reptadores, andadores, triciclos y bicicletas adaptadas para desplazamientos por el centro, recreos o actividades de psicomotricidad o educación física
Recursos didácticos necesarios:
Juguetes adaptados con pulsadores.
Adaptaciones para manipulación (pulseras lastradas, férulas, punzones, etc.).
Juegos de mesa fijados con velero, pivotes, etc.
Materiales didácticos de tamaño adecuado a la prensión, magnéticos, plastificados.
Atriles para la verticalización de los materiales.
Señalizadores, punteros o licornios.
Sistemas de imprentillas para letras o dibujos.
Materiales complementarios para tareas escolares adecuadas y adaptadas.
Ordenador personal y las adaptaciones de acceso en caso necesario.
Material individualizado para la comunicación aumentativa: objetos, fotos, signos y símbolos pictográficos o ideográficos tales como el S.P.C y el BLISS.
Comunicadores con y sin voz cuando no sea posible el habla.
Cubiertos adaptados, vasos especiales, aros para platos, plástico antideslizante, etc.
LICORNIO |
Los niños, niñas con Discapacidad Motriz tienen el derecho de recibir una educación que les brinde las mismas oportunidades que a los demás, pero con equidad en la administración de recursos y apoyos, por lo que las instituciones educativas tienen la obligación y responsabilidad de abrir sus puertas a estos alumnos dejando de lado la discriminación y favoreciendo la aceptación a la diversidad.
Es necesario que el docente esté consciente de la importancia de priorizar el aprendizaje de la lecto-escritura y el cálculo, así como de la elaboración de los ajustes razonables que aseguren el acceso y logro de los contenidos correspondientes al grado escolar que cursa.
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